Yoga Restaurativo: Qué es, Posturas y Beneficios
En un mundo donde el estrés y las tensiones diarias parecen ser la norma, encontrar momentos de tranquilidad y renovación se ha vuelto esencial para mantener un equilibrio emocional y físico. Una de las prácticas más efectivas para lograr esto es el yoga restaurativo. Este enfoque del yoga es una solución ideal para aquellas personas que buscan un refugio del ajetreo diario y una forma de reconectar con su cuerpo y mente. Se concentra en la relajación profunda, la respiración consciente y la atención plena para apaciguar el sistema nervioso y reducir los niveles de estrés en nuestro cuerpo.
¿Qué es el yoga restaurativo?
El yoga restaurativo es un estilo de yoga que se centra en la relajación profunda, el descanso y la restauración del cuerpo. A través de posturas sostenidas durante un período prolongado, generalmente entre 5 y 20 minutos, el objetivo principal es activar el sistema nervioso parasimpático, que es responsable de la respuesta de relajación del cuerpo. Esto permite liberar tensiones acumuladas, reducir el estrés y promover un estado de calma mental.
En contraste con otros estilos de yoga más dinámicos y desafiantes, el yoga restaurativo emplea posturas suaves y de apoyo junto con el uso de accesorios como mantas, bloques y cojines, para sostener el cuerpo y permitir que se relaje completamente, en cada postura.
Origen del yoga restaurativo
El yoga restaurativo se desarrolló en la década de 1970, gracias a la influencia de varios maestros de yoga, entre ellos B.K.S. Iyengar, quien introdujo la idea de utilizar props (apoyos) para facilitar las posturas y hacer el yoga más accesible para todos, especialmente aquellos que pudieran tener limitaciones físicas. Más adelante, una de las pupilas de Iyengar, de nombre Judith Hanson Lasater (pionera en este estilo), popularizó la práctica al escribir libros y liderar talleres que enfatizaban la importancia del descanso consciente en el yoga, promoviendo con sus posturas, la relajación y la salud. Desde sus inicios, la práctica ha ido evolucionando y adaptándose, pero su enfoque en la restauración y el aligeramiento del cuerpo ha permanecido constante.
Características del yoga restaurativo
Esta práctica es apta para personas de todas las edades, con y sin experiencia en yoga, aportándole muchos beneficios físicos y psicológicos. El yoga restaurativo se caracteriza por varios aspectos distintivos:
- Uso de apoyos: se emplean mantas, bloques, cinturones y otros elementos para facilitar una alineación correcta en las posturas y ofrecer un mayor nivel de comodidad, es decir, adapta las posturas de yoga al alumno mediante los soportes que utiliza.
- Posturas sostenidas: a diferencia de otras modalidades de yoga que implican movimiento dinámico, en el yoga restaurativo las posturas se mantienen durante periodos más largos, permitiendo un profundo trabajo de apertura y liberación. El yoga restaurativo no busca la acción ni el estiramiento.
- Enfoque en la respiración: se pone un énfasis especial en la respiración consciente y profunda, lo que ayuda a calmar la mente y a conectar con el cuerpo de una manera más profunda.
- Ambiente sereno: muchas prácticas de yoga restaurativo se llevan a cabo en entornos tranquilos y acogedores, a menudo con iluminación suave, música relajante y aromaterapia, todo esto contribuye a crear una atmósfera propicia para la relajación profunda.
¿En qué se diferencia el yoga restaurativo del yin yoga?
El yoga restaurativo y el yin yoga comparten elementos como la duración prolongada de las posturas, pero presentan diferencias significativas que los distinguen claramente. En términos de enfoque, el yoga restaurativo se centra en la relajación y la restauración del cuerpo, empleando apoyos que facilitan un descanso total y profundo. Por otro lado, el yin yoga dirige su atención hacia el tejido conectivo y la fascia, manteniendo las posturas con mayor esfuerzo e intensidad con el fin de liberar tensiones más profundas en el cuerpo.
En cuanto a la duración de las posturas, en el yoga restaurativo, estas pueden ser mantenidas durante periodos más prolongados, lo que permite una experiencia más intensa de relajación. En contraste, aunque el yin yoga también implica mantener las posturas de forma sostenida, su práctica se combina con un enfoque en el estiramiento y la apertura de áreas específicas del cuerpo.
Finalmente, la meta final de estas prácticas también difiere: mientras que el yoga restaurativo busca alcanzar un profundo estado de calma y renovación, el yin yoga tiene como objetivo aumentar la flexibilidad y la movilidad, así como liberar las tensiones acumuladas en los músculos y el tejido conectivo.
Beneficios del yoga restaurativo
Los beneficios de hacer yoga son muchos: físicos, emocionales y mentales, entre los que se destacan:
- Reducción del estrés: la práctica regular de yoga restaurativo ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo una sensación de paz y relajación.
- Mejora de la calidad del sueño: al calmar el sistema nervioso y liberar tensiones, muchas personas experimentan un sueño más profundo y reparador.
- Mayor flexibilidad: con el tiempo, el yoga restaurativo ayuda a aumentar la flexibilidad y la movilidad en las articulaciones y los músculos, gracias a las posturas sostenidas y a la apertura consciente del cuerpo.
- Aumento de la conciencia corporal: la práctica fomenta un mayor conocimiento de las sensaciones físicas y emocionales, lo que permite desarrollar una mejor conexión con uno mismo.
- Alivio de dolores crónicos: el uso de apoyos y la atención a la alineación pueden ayudar a reducir el malestar asociado con condiciones como la fibromialgia, dolores de espalda y tensión muscular.
- Fomento de la autoaceptación: a través de la práctica consciente, las mujeres pueden desarrollar una actitud más amable y compasiva hacia sí mismas, promoviendo una mayor autoaceptación.
Posturas de yoga restaurativo
Existen varias posturas de yoga para principiantes clave en el yoga restaurativo que pueden ser incorporadas a la práctica. Algunas de las más efectivas incluyen:
- Savasana (Postura del cadáver): esta postura está diseñada para la total relajación, y permite que el cuerpo se suelte y se libere del estrés acumulado.
- Balasana (Postura del niño): facilita la apertura de las caderas y ofrece un sentido de refugio y tranquilidad.
- Supta Baddha Konasana (Postura reclinada del ángulo cerrado): ideal para liberar las caderas y abrir el corazón, proporcionando una profunda sensación de paz.
- Viparita Karani (Piernas en la pared): esta postura es excelente para aliviar la tensión en las piernas y fomentar la circulación.
- Supported Bridge Pose (Postura del puente soportada): utilizando un bloque o cojín, esta postura ayuda a abrir el pecho y a fortalecer la zona lumbar sin esfuerzo.
¿Qué necesito para hacer yoga restaurativo?
De las primeras cosas que tienes que tener en cuenta, es usar la ropa de yoga mujer de Fitplanet. Sentirte bella mientras prácticas yoga restaurativo, te motivará a continuar la práctica.
Para hacer yoga restaurativo, no necesitas un equipo costoso, pero hay algunos elementos que pueden facilitar y enriquecer tu experiencia:
- Una esterilla de yoga: una buena esterilla te proporcionará soporte durante la práctica.
- Mantas: son esenciales para mantener la comodidad durante las posturas sedentarias.
- Bloques de yoga: ayudan a ajustar la altura y la apertura de las posturas.
- Cojines o bolster: proporcionan soporte adicional y comodidad para el cuerpo en varias posturas.
- Cinturones de yoga: Permiten extender el alcance en algunas posturas y ayudan a mantener la alineación correcta.
¿Cómo hacer yoga restaurativo? Consejos
Para hacer yoga restaurativo de manera efectiva, es fundamental crear un ambiente adecuado que favorezca la relajación y la concentración. Busca un espacio tranquilo y cómodo, alejado de distracciones, y considera enriquecer tu práctica con elementos como velas, música suave o aromaterapia que promuevan un ambiente propicio. A medida que te sumerges en la práctica, es esencial escuchar a tu cuerpo; la premisa del yoga restaurativo radica en la atención plena, lo que significa permitir que tu cuerpo te guíe y descansar en las posturas que te hagan sentir bien.
A fin de facilitar esta experiencia, utiliza los apoyos correctamente; elementos como mantas y bloques son tus aliados para asegurar la máxima comodidad, así que no dudes en ajustar las posturas según tus necesidades. Además, dedica tiempo a la respiración: incorpora respiraciones profundas y conscientes en cada postura para calmar la mente y conectar con tu cuerpo de manera más profunda.
Por último, es importante recordar no apresurarse; el yoga restaurativo es un proceso que requiere tiempo y paciencia, así que permítete practicar con calma, disfrutando de cada momento y de cada sentimiento que surja durante la sesión.
Conclusión
El yoga restaurativo es uno de los tipos de yoga para aquellas mujeres que buscan reducir el estrés, mejorar su bienestar emocional y físico, y reconectar con su interior. A través de la práctica de posturas sostenidas, el uso de apoyos y la atención plena a la respiración, se puede lograr un estado profundo de relajación y renovación. Al incorporar esta práctica en tu vida, no solo podrás disfrutar de sus múltiples beneficios, sino que también cultivarás una mayor compasión hacia ti misma y un sentido de paz interior. Con cada sesión, te regalarás el tiempo y el espacio necesario para ser la mejor versión de ti misma. ¡Comienza hoy mismo tu viaje hacia la transformación y el bienestar con el yoga restaurativo!